Normalmente, asociamos la pesca de barbos a mosca con la
estación primaveral y el buen tiempo, y razón no le falta a este pensamiento.
Pero hay que tener en cuenta que los peces se tienen que alimentar durante todo
el año para poder seguir viviendo.
En las fechas que estamos, solo somos unos pocos los que nos
aventuramos a intentar engañar a estos astutos e inteligentes animales y son
muchos los fracasos que obtenemos, pero por ello uno no tiene que dejar de
intentarlo ya que en muchas ocasiones también obtendremos grandes
satisfacciones, como la que he experimentado esta misma tarde.
En invierno todos sabemos que la actividad de los barbos es
bastante pobre, pero en determinados momentos algún barbo deja ver sus encantos
cerca de las orillas del embalse. También, tenemos que tener en cuenta que en esta estación
del año cuando visualizamos un bigotudo no tendremos segundas oportunidades
para engañarlo, con lo que se precisa realizar un buen lance y una buena
presentación si queremos que tome la mosca.
Esta tarde he tenido la posibilidad de capturar 4
ejemplares, pero solamente a sino uno al que he podido echar el guante. En
cuantos a los otros ejemplares he de decir que uno se me ha destrabado a los
pocos segundos de engancharlo y los restantes me han realizado rechaces en el último
momento.
Os dejo una imagen del ejemplar engañado.